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Arquitectura resiliente: enfrentar los desastres naturales ahora será más sencillo.
Actualizado: 25 may
México ha sido escenario de múltiples desastres naturales, y para muestra los dos terremotos que sucedieron en el año 1985 y 2017, que fueron fatídicos para muchos mexicanos que perdieron sus viviendas o negocios.
Ante la amenaza de no poder predecir estos desastes, la industria arquitectónica se ha visto en la necesidad de ofrecer diversos diseños de viviendas que resulten mucho más resilientes, dando así oportunidad a las construcciones de soportar o poder levantarse más fácilmente ante una eventual tragedia.
El término resiliencia ha sido mayormente acuñado por la psicología, y se define como la capacidad de saber afrontar acontecimientos adversos de forma constructiva, adaptarse y fortalecerse al pasar por un suceso traumático. De igual manera, esto aplica a la arquitectura en su necesidad por hacer de cada proyecto algo mucho más sostenible.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) junto con otras organizaciones socias ha delineado una serie de indicadores para que las ciudades puedan evaluar su nivel de resiliencia.
En el documento, se marcan 10 aspectos esenciales a tomar en cuenta hacia la construcción de ciudades resilientes: marco institucional y administrativo a tomar en cuenta según la región; financiamiento y recursos; evaluación de riesgos multi-amenaza; protección, mejoramiento y resiliencia de la infraestructura; y protección de las instalaciones vitales en las que se marca como prioritarias las de educación o escuelas y de salud u hospitales.
También debe considerarse la reglamentación de la construcción y planificación territorial; la capacitación, educación y concientización pública; la protección del medio ambiente y fortalecimiento de los ecosistemas; preparación, alerta temprana y respuestas eficaces; y los planes para la recuperación y reconstrucción de comunidades.
Para ejecutar estos 10 aspectos con el objetivo de desarrollar urbes resilientes, se contemplan cinco fases para la planificación estratégica: organización y preparación para incorporar los diez aspectos básicos; diagnóstico y evaluación de los riesgos en la ciudad; desarrollar un plan de acción para una ciudad segura y resiliente; ejecución del plan; y supervisión y seguimiento.
En el tema del financiamiento, se aconseja diseñar un plan estratégico con una visión, misión y proyectos claros, al señalar que esto, a menudo es la mejor manera de buscar recursos a través del presupuesto de la ciudad y de fuentes regionales/provinciales, nacionales o internacionales.
La financiación regular, se acota, puede provenir de los ingresos de la ciudad, de los desembolsos y las asignaciones nacionales para los departamentos sectoriales.
En México, por ejemplo, uno de los fenómenos naturales más temidos son los sismos, mismos que no se pueden predecir, pero también según el área geográfica, pueden presentarse inundaciones, erupciones volcánicas o daños por huracanes.
Con esta iniciativa de la industria arquitectónica varios sectores se suman a la concientización de sus proyectos y varias marcas ya ofrecen productos dentro del mercado ideales para la construcción de este tipo de urbes, tal es el caso de Krion Solid Surface, producto lanzado por la marca Porcelanosa.

El compacto mineral KRION® se define por un tacto cálido y suave que se asemeja a la piedra natural y con el que es posible construir espacios sin juntas y con una estética uniforme.
KRION® es un Solid Surface de nueva generación que se puede reciclar al 100%, ya que cualquiera de sus productos pueden ser reprocesados y utilizados de nuevo en su ciclo de producción.
Su composición presenta una elevada resistencia y durabilidad ante los fenómenos naturales, los impactos, los golpes y las manchas. Su resistencia al calor y sus propiedades ignífugas hacen que esté en contacto con fuentes de calor sin que su apariencia sufra daños.
Fuente: AMPIMM, A.C.